Las papeleadas ganan otra batalla
El Consejo Nacional Electoral (CNE), ese mismo que parece más pendiente de grabar reportes que los que se saltan el hueco en la vía 4, le dijo “no es no” al movimiento Progreso en su intento de declarar oposición, porque ni “jurídica” ni plateada, pues no tenía personería jurídica . ¿Quién lo iba a pensar? Un partido sin firma… es como un colmo sin brisón: se siente que falta algo.
¿De qué va todo este “papeleo político”?
El 14 de febrero de 2024, según la resolución 01272 del CNE, Progreso se lanzó al ruedo con su declaración de oposición —muy politiquera, muy de telenovela—, pero al caer en la revisión del formato, los compas se encontraron con que ¡no tenían personería jurídica! Lo que parece un detalle chiquito, resultó en un “rechazado” más contundente que las olas en San Luis .
La explicación técnica es que, sin personería, ni siquiera cuadro tienen pa’ hacer oposición oficial. Es como si quisieran montar la fiesta sin tener el local.
¿Y ahora qué va a pasar?
Pues prepararse para el regreso a plan A: ordenar los papeles, conseguir la personería y volver a la pelea. Porque en Colombia —y mucho más en nuestras islas— la burocracia es el camino largo que siempre tiene vuelta, mijo.
Es como dicen acá: “sin carné no hay tiburón”, o sea, sin personería no hay oposición. Y si quieren ser voz oficial, deberán cumplir los requisitos formales.
Con esa decisión, queda claro que la ley no se salta así como quien no conoce una ola: sin personería no hay partido. Y mientras Progreso recoge firmas, el CNE se mantiene firme con su sello oficial.
Ya veremos si la energía raizal de este movimiento se convierte en formalidad o en pura promoción en redes. Pero por ahora, ¡sin papeles, no hay función!