Salud a pie de caleta, pero ojo con el diagnóstico
Desde que EPS Sanitas pisó fuerte en San Andrés, dicen que vienen con todo: modelo primario y extramural para que la salud no sea cháchara de promesa. Dice Kemer Ramírez, el ‘agente especial interventor’, que las quejas de afiliados “son prioridad”, y que “aquí la salud no puede depender de promesas, sino de hechos concretos”. Pa’ que no parezca de palabras al viento, se recorrieron el Hospital Clarence Lynd Newball y la Cruz Verde para evaluar dispensación de medicamentos, agendamiento y autorizaciones. ¿Voluntad o foto pa’l Facebook? El tiempo dirá.
Recorridos y compromisos: del hospital a la farmacia
Con la Superintendencia de Salud mirando de cerca, la agenda incluyó mesas con la red prestadora local y las secretarías de Salud del Archipiélago. El compromiso suena prometedor: una hoja de ruta clara pa’ mejorar estructura y exigir a las farmacias cumplimiento estricto en atención de pacientes crónicos y disponibilidad oportuna de medicamentos. En esto la EPS se pone seria: ni más excusas ni más faltantes.
Vigilancia territorial y futuro cercano
Ya lo dijeron: San Andrés es el sexto territorio en el que EPS Sanitas opera directamente, y no es por hype, sino por estrategia. Viene fase de seguimiento riguroso, con compromiso firme de soluciones sostenibles, mejorar la experiencia de los afiliados y una atención digna, integral y de calidad. O sea, ya no basta venir, tienen que quedarse, cumplir y resolver.
Este desembarco no es un paseo de turista, mi gente: es la antesala de una salud más cercana, exigente y vigilada. Ahora la pregunta es si los isleños veremos menos filas, menos excusas y más píldoras al día. Porque como dicen por aquí: “Sin hechos, la campaña se queda en canto de caracol.”