La justicia le habla claro a Fico: “Las guerras personales no deben involucrar a las familias”
La audiencia que marcó un alto a la persecución contra Daniel Muñoz Olaya
En una contundente decisión judicial, el juez del caso de Daniel Muñoz Olaya, hijo de José Leonardo Muñoz Martínez (alias Douglas), envió un mensaje claro al alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez: “Las guerras personales de Fico no deben involucrar a la familia de Douglas”. Con estas palabras, la justicia le puso freno a una ofensiva que, más que legal, parecía personal y motivada por intereses políticos.
Muñoz Olaya, empresario sin antecedentes y sin vínculos con estructuras ilegales, fue judicializado por el simple hecho de ser hijo de quien fue, en su momento, pieza clave en los acuerdos de paz territoriales durante la primera administración de Gutiérrez. Su captura y exposición mediática se basaron en acusaciones endebles, como la tenencia de una camioneta a nombre de su madre y su actividad empresarial.
Un juez que reivindica la justicia sobre el revanchismo
Durante la audiencia, el juez fue más allá de lo técnico. Recordó el rol público que alias Douglas tuvo en los procesos de sometimiento: “El señor Douglas subió a una tarima, participó de un evento público, recibió ovaciones. En su momento fue reconocido como gestor de paz por la misma administración que hoy ataca a su familia”. Agregó que tanto Douglas como su entorno familiar han demostrado voluntad de reconciliación y colaboración con el Estado: “En asuntos familiares, el pronóstico es favorable”, dijo el juez.
Esta lectura fue determinante para rechazar la solicitud de medida de aseguramiento. En lugar de cárcel, el juez optó por libertad plena, advirtiendo que los procesos judiciales no pueden ser usados para ajustar cuentas políticas.
La memoria que incomoda al poder
La ironía es evidente: quien antes celebraba los gestos de paz, hoy los desconoce. Fico, que en su primera alcaldía buscó a alias Douglas para controlar la violencia en Medellín, ahora ataca a su hijo sin fundamentos sólidos. Pero como recordó el juez, la justicia no es herramienta de venganza.