El Estadio Monumental de Guayaquil fue testigo de un vibrante compromiso entre Ecuador y Brasil, quienes firmaron un empate sin goles (0-0) que, si bien no dejó celebraciones eufóricas, sí ratificó dos cosas: el sólido momento de la ‘Tri’ en la clasificatoria sudamericana y el dubitativo presente de la ‘Canarinha’, que aún busca identidad bajo el mando de Carlo Ancelotti.
El partido, correspondiente a la fecha 15 de las Eliminatorias rumbo al Mundial 2026, tuvo más tensión que claridad. Desde el inicio, Ecuador impuso un ritmo físico e intenso, apoyado en una defensa bien plantada y en el despliegue inagotable de Moisés Caicedo, verdadero pulmón del mediocampo local. Brasil no pudo con el poderío ecuatoriano y las críticas comenzaron a llegar para Carlo Ancelotti, a pesar de ser este su primer partido. Sin embargo, el estratega italiano recibió el apoyo incondicional de una de las figuras de la selección, Vinícius Junior, quien pidió “tiempo” para que pueda aplicar sus ideas en Brasil.
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La Selección brasileña mostró dificultades para generar juego colectivo. Pese a contar con figuras de peso, como Casemiro, Rodrygo y Raphinha, el equipo careció de cohesión y profundidad ofensiva. El propio Casemiro intentó desde fuera del área en dos ocasiones, Vinícius no se quedó atrás y con su velocidad por la banda izquierda fue determinante en las ocasiones de peligro, pero se encontró con un Valle seguro y bien posicionado.
Brasil continúa muy debajo de lo acostumbrado en la tabla de posiciones de la clasificación, en el cuarto lugar con 22 puntos. El debut oficial de Carlo Ancelotti no tuvo el brillo esperado y dejó más preguntas que respuestas. El técnico italiano reconoció en conferencia de prensa que el estado del campo influyó negativamente en el desarrollo del juego ofensivo, pero también admitió que su equipo necesita mayor fluidez y determinación, situación que comprendió claramente Vinícius, su viejo conocido del Real Madrid, quien no esperó y salió en su defensa.
