Entre rondón, lika y bailes, el campo y el mar fueron los reyes
¡Ay, mi hermano! El sábado pasado la cosa en Brooks Hill se puso buena. No fue ni concierto de reggae ni partido de softbol, ¡fue algo mejor! La administración departamental se bajó con un homenaje sabroso a los agricultores y pescadores de la isla, con comida, música, cuentos y un poquito de ron de caña pa’ aflojar las caderas.
El famoso ball field se llenó con paso lento pero seguro. Viejos conocidos se saludaban, la olla del rondón burbujeaba sabroso, y la música tradicional comenzó a sonar como quien llama a misa. La excusa: reconocer a los que sacan el pan de la tierra y el pez del mar. La realidad: ¡una rumba cultural con todo el flow isleño!
Cocina viva, memoria viva
La gente quería que se cocinara en vivo, y la Gobernación no se hizo la loca. Se armó el fogón, se pelaron los tubérculos, se tiraron los pescados al caldo y, mientras eso se hacía, se cocieron también los cuentos, las anécdotas y los chistes de antaño. Porque nada une más que una buena cucharada de tradición.
El Grupo Creole puso la nota alta: con sus guitarras se movieron los mayores, los jóvenes y hasta los que decían que “tenían el pie malo”. El lika refrescó gargantas y los aplausos retumbaron hasta en la Dirección General Marítima. Fue un parche completo.
Palabras y planes… que ojalá no se los lleve la marea
Christian Harvey Corpus, el Secretario de Agricultura y Pesca, soltó el discurso con más sabor que guiso de cangrejo. Aplaudió a los que no descansan ni con sol ni con lluvia pa’ sembrar y pescar. Dijo que vienen más Farmer Markets, política nueva de pesca y una reingeniería pesquera. Suena bonito, ¡ahora que no quede en PowerPoint!
Y pa’ rematar, la sabiduría de doña Carmen Corpus fue oro: “Nosotros sembramos vida. Y lo que sembramos, da salud”. Amén, Carmen. ¡Ojalá que esta celebración no sea solo un ratico bonito, sino el inicio de algo que se siembre firme y dé cosecha buena!
