El término red social se crea en la década de 1960 en el área de la sociología, y se refuerza a fines de los años 70 en otras áreas, como la antropología o los sistemas complejos.
La red social está apoyando a un grupo de amigos, conocidos, vecinos y familias en las que nos apoyamos a nosotros mismos a quienes comunicamos regularmente (lo que parafraseando a Angloirl y el politólogo Benedict Anderson llama “comunidades reales”).
Antes del término “red social”, en la esfera española que habla, diferentes aplicaciones que se abordan en una computadora se llaman su función (blogs, microblogges, mensajes, fotos …). Por ejemplo, Twitter (hoy X), creado en 2006, era una herramienta de “microblogging” porque permitió la publicación de pequeños textos de hasta 140 caracteres.
La popularización de la expresión de la “red social” comienza con la versión española de Facebook 2007, una aplicación (esto todavía se llama estas herramientas), cuya característica importante es contra las anteriores es que se centró en la promoción de sus beneficiarios para generar pertenencia. Es decir, “social” fue su característica más importante.
Cuando se estrenó la película en 2010, Generalist Press comenzó a usar el mismo título para nombrar aplicaciones que, mediante la extensión adicional de las redes móviles 4G, creada con una estrategia común para generar interacción y pertenecer a contenido muy diverso, como Texts (2009), pinturas (Instagram, 2010) o Video (Tikkk, 2016).
Solo para mantener la precisión del término y no confundirlo con el concepto sociológico de “red” que Manuel Castells popularizó, en el grupo de investigación del grupo de investigación, mantenemos las “aplicaciones sociales” originales cuando hablamos de estas herramientas tecnológicas.
Dos problemas y amenaza
¿Por qué es una expresión importante que es diferente de la “red social” referirse a aplicaciones sociales? Desde un punto de vista lingüístico, estamos hablando de una combinación léxica compuesta por un sustantivo, una “red” y un adjetivo, “social”. El adjetivo tiene la misión de distinguir esta “red” metafórica de los demás.
El problema surge porque, cuando se trata de su estructura, el adjetivo, “social”, no agrega información a los directores, sino que da como resultado su significado. El término inglés del que proviene, la “red” se refiere a la interconexión de elementos en forma de una red (frente a la “web” relacionada con el producto y la conectividad mutua: red o membrana).
Por otro lado, tenemos que, como señala la sociología, cada estructura social es una red. Es decir, la “red social” es un tipo de pleonasmo que repite información cuando se refiere a su configuración: “una red que tiene una red” … que en realidad no tiene una estructura de red. Al menos, no una red descentralizada o distribuida (lo más cercano a la red en nuestras cabezas), sino que depende de un nodo o servidor central, que controla y observa todo.
Por otro lado, una combinación de expresión de “red” y “social” tiene connotaciones que nos separan de la intención y los objetivos de estas plataformas. Es un giro de los sustantivos que nos impulsa a pensar en los servicios (Red Eléctrica), deportes, pesca o protección que nos impide perjudicarnos, como es el caso de una red dentro de Trapezus o nuestra red de amigos o redes de apoyo. Por otro lado, el social es un adjetivo asociado, sobre todo, con cuidado (seguro social) o el público entendido como un servicio común.
Privado en lugar de social
Sin embargo, todas las aplicaciones “sociales” dependen de las empresas privadas, en su mayoría estadounidenses (excepto, por el momento, la China Tictok), cuyo modelo de negocio es generar la comunidad por interacción, como hemos visto, cuyos miembros proporcionan contenido que a su vez sirve para apoyar la publicidad que, debido a la extracción de datos, es muy individualizado (y más atractivo).
La estructura corporativa de estas empresas es opaca. Ni siquiera sabemos qué información recopilan, qué hacen con ellos, quienes los procesan. Sin embargo, lo que sabemos con certeza es que todos usan estrategias cognitivas en mayor o menor medida que puede generar adicción, como el infinito de desplazamiento.
Ambas características, la capacidad de generar adicción y la opacidad de sus objetivos, de alejarlas de la supuesta utilidad social y tomar en extremos, pueden representar amenazas a las sociedades democráticas, basadas en la libertad de expresión, que se muestra en el caso de Cambridge AnalytySC o controversia que involucra la implementación en los estados de los Estados Unidos en su naturaleza antes de su mundo. gobiernos (como en China o Rusia).
Las “redes” no son neutrales
Decir “redes sociales” no transmite el objeto correcto de estas aplicaciones, ni ayuda a advertir la amenaza que suponen.
Durante varios años, los medios estadounidenses se han relacionado con aplicaciones sociales con la expresión de las redes sociales: este término, las redes sociales en lugar de las redes, indica su aspiración de convertirse en “cuarto potencia” paralelo a los medios tradicionales, basado en la creación de “contenido” de fuentes opacas o sin contraste.
El propietario X, Elon Musk, anunció a los usuarios de esta red que son “medios”. Por supuesto, “significa” que no cumplen con los requisitos éticos, legales y profesionales que realmente tienen que cumplir.
En resumen, la forma en que nos referimos a la realidad no es accidental ni inocente. Como excedió del confuso “calentamiento global” en el término “cambio climático”, lo que explica las consecuencias del primero, los medios deben acordarse por una expresión que muestra la población de nada banal en la naturaleza de las aplicaciones sociales. Esto es importante, si elegimos una ligera variante de la hipótesis de Sapir-Dress, porque las palabras nos ayudan a formar y comprender el mundo.
Importaciones de idioma inglés, como “redes sociales”, ya sea instalando otras técnicas, como “aplicaciones sociales” o palabras hechas por innovación como “medios-medios”, “turbas digitales”, “medios de comunicación populares” o “aplicaciones masivas”, e incluso si es una pequeña batalla, deje de usar la marca de “red social”. No son redes. No son sociales. No son inofensivos.
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