Cuando la iglesia se volvió centro de convenciones y el coco se mezcló con la conectividad
Una iglesia con WiFi y mucho qué decir
Oye, mi llave, el 28° Congreso de Confecámaras no fue cualquier paseo a Providencia. ¡No, señor! La cosa estuvo seria, sabrosa y con mucha pinta. Jennifer Yepes, presidenta de la Cámara de Comercio del Archipiélago, no cabía de la emoción: “Convertimos una iglesia bautista en un centro de convenciones con toda la tecnología y conectividad”. Como quien dice, aquí no solo se ora, también se negocia.
El evento se celebró el 29 y 30 de mayo, y dejó la isla con más visitas que un Instagram de influencer en temporada alta. Más de 160 asistentes oficiales y otros cien acompañantes dinamizaron la economía local, entre hospedaje, comida, artesanías y hasta mototaxis corriendo de lado a lado. ¡Providencia vibró, mi gente!
Si no conocía Providencia, ya prometió volver
Según Yepes, desde febrero, cuando se ganó la sede del congreso, se pusieron las botas pa’ organizar todo. Y el resultado fue tan bueno que el 90% de los que vinieron dijeron: “Nos vemos pronto otra vez, esta isla es un paraíso”. Y no era pa’ menos: todo fluyó como rondón bien servido, y la iglesia Bautista New Life prestó su templo pa’ que el comercio tuviera su misa empresarial.
El presidente de la junta directiva de Confecámaras, Ovidio Claros, también soltó su flor: “Aquí hay una dinámica empresarial que hay que revisar y sostener. Providencia no solo es turismo, también es compromiso social y modelo de sostenibilidad”.
Comercio, coco y futuro
La llegada masiva de visitantes fue una inyección directa a la economía isleña. El alcalde Alex Ramírez aseguró que eventos como este promueven la imagen de Providencia en todo el país, resaltando que en 2024 llegaron más de 20 mil turistas, un 6% más que el año anterior.
Y como dirían por ahí, aquí no se vino a tomar piña colada: se sembraron alianzas, se fortalecieron redes y, sobre todo, se dejó claro que en Providencia también se habla el idioma del desarrollo económico.
