Un foro pa’ llorar sin pena (y sin esconderse)
En el Banco de la República no hubo ni tambor ni picop, pero el retumbe fue grande. Este martes, bajo el nombre de ‘Voices of Emancipation’, se armó un conversatorio que le metió el dedo en la llaga a un tema más ignorado que una palmera en invierno: la salud mental de los hombres raizales. Sí, mi gente, los mismos que crecieron oyendo “el hombre no llora” ahora tienen un espacio pa’ soltar la carga sin miedo.
Moderado por la psicóloga Alexa Hooker y con un panel sabrosón —Maritza Pomare, Edna Rueda, Guillermo Rodríguez, Marcelino Hudgson y Roy Suárez— se dejó claro que lo emocional también se hereda, sobre todo si lo que se hereda es silencio, miedo y “aguántese como macho”.
No es debilidad, es libertad emocional
Los expertos pusieron sobre la mesa que esa actitud de “yo todo lo puedo solo” es más tóxica que agua de lavadora. El machismo emocional no solo enferma, sino que aísla, apaga, traga vivo. “Permitirnos sentir es también emancipación”, dijeron con voz firme. Y no es cuento: muchos hombres siguen atrapados en el trauma histórico de tener que ser fuertes todo el tiempo, aunque por dentro estén vueltos nada.
Y aquí vino lo más bacano: se habló de sanar no solo desde el diván, sino desde lo ancestral. Porque una buena charla en creole, una caminata en la playa, cultivar con la abuela o salir a pescar con el tío también cura. La terapia, se dijo, tiene que sonar al alma del paciente, y el alma raizal habla creole, canta reggae y ora con fuerza.
Las mujeres, las que jalan la cuerda
Y como si fuera poco, se reconoció que muchas veces son las matronas quienes empujan a los hombres a buscar ayuda. ¡Benditas sean! El foro cerró con un llamado a iglesias, líderes comunitarios y hasta artistas para que le metan cabeza al tema y empiecen a cambiar el discurso. Porque sí, llorar también es de hombres… y más aún si son isleños que cargan historia, orgullo y corazón.