Turistas alborotan la isla: San Andrés vuelve a sonar en el mapa

Turistas alborotan la isla: San Andrés vuelve a sonar en el mapa

De la cazuela al comercio: la platica volvió a moverse

¡Ajá, mi gente salá! Agárrese que esto va en subida. La administración departamental soltó los números y ¡ay ombe!, el turismo nos está sacando a flote. La gastronomía y el comercio local volvieron a agarrar oxígeno, y no solo por los nacionales que siguen llegando a montones, sino también por una crecida sabrosona de extranjeros: brasileros, chilenos, gringos, españoles y hasta canadienses andan caminando por nuestras playas como Pedro por su casa.

Publicidad pa’ rato y más vuelos que en temporada de brisas

Según las autoridades, todo esto no es obra del Espíritu Santo. Viene de una buena tanda de campañas análogas y digitales que se han regado como agua de coco en aeropuertos y sitios turísticos, con nombres bien pegajosos como “VasAmar San Andrés” y “San Andrés Limpia y Bella”. Con eso, quieren mantener el ritmo y, si todo va como va, este 2025 podríamos romper récord con más de un millón de turistas pisando arena isleña.

Seguridad, tiquetes baratos y mucho sabor local

El gobierno anda metiéndole la ficha a la seguridad, pa’ que tanto residentes como turistas caminen tranquilos. Han reforzado el equipo de salvamento acuático y los puntos de información turística, porque nadie quiere que la estadía termine en tragedia.

Ricardo Camacho, el secretario de Turismo, echó cuentas y dijo clarito:

“Tenemos un 70% de turismo nacional y un 30% internacional, pero esa cifra viene subiendo. Con la nueva ruta desde Cali de JetSmart, creemos que vamos a seguir mejorando todos los frentes.”

Camacho también soltó que una clave pa’ ganar la batalla turística es el precio de los tiquetes. Las aerolíneas low cost son la carta bajo la manga para competirle a otros paraísos del Caribe.

Lo nuestro, primero: apoyo a la matrona y al pescador

Y pa’ rematar, desde la Secretaría andan trabajando con las matronas de los fair tables y los vendedores raizales pa’ que los productos y servicios locales no se queden por fuera. La idea es que el turista no solo se broncee, sino que también se lleve un pedacito de nuestra cultura… y deje la platica aquí.

¿El mensaje? El Archipiélago no está dormido. Está despertando con fuerza, orgullo y mucho sabor isleño. Y como decimos por acá: ¡si va a gastar, que sea en casa!

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